Valle de Santiago, Gto.- Una de los atractivos con los que cuenta el municipio es La Alberca, uno de los siete cráteres que han hecho famosa a la ciudad de Valle de Santiago, especialmente cuando tenía agua, por lo que las personas les gustaba ir a bañarse, aventarse clavados o nadar.
Sin embargo, las personas indican que esas aguas eran curativas y otros decían que era para curar la rabia, lo cual fue desmentido por la Secretaría de Salud hace varios años , informó el Cronista de la Ciudad, Sergio Ruiz Aguilera.
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Sergio Aguilera Ruiz dijo que encontró en el Archivo Histórico Municipal un documento que le pareció muy interesante, ya que vincula una publicación que hiciera en septiembre de 2021, donde habla de “Los perros del mal”, en la cual señala a las famosas que eran las aguas curativas del cráter lago La Alberca entre los habitantes de municipios circunvecinos al Valle de Santiago, pues se decía que el bañarse en sus aguas curaba algunas enfermedades de la piel y que también podían salvar a las personas que sufrían la desgracia de ser mordidos por algún “perro del mal”, nombre que se le daba a los caninos infectados por el virus de la rabia.
“Si bien toda esa información que menciono en mi crónica la obtengo del método de investigación, conocido como la tradición oral, no conocía ningún documento oficial que hiciera mención de ello, hasta que encontré un oficio del año 1923, dirigido al presidente municipal del Valle de Santiago, documento emitido en la comunidad de Rincón de Tamayo, municipio de Celaya”, refirió el cronista del municipio.
Esa carta constituye un pase o salvoconducto, el cual es presentado en la presidencia municipal del Valle de Santiago por un ciudadano llamado Tirso Hernández y menciona lo siguiente: “Pase para la alberca para el C. Tirso Hernández, portador de la presente, es persona honrada y adita con el objeto de irse a bañar por haberlo mordido un perro de rabia como vigilante de este lugar, me consta su buen comportamiento. Juan Martín, marzo 20 de 1923. El vigilante de este lugar Franco Saavedra. Rubricado”.
En aquel entonces, el alcalde del Valle de Santiago era Luis Galván y contrario a lo que podía esperar Tirso Hernández con aquel salvoconducto, se le advirtió que lo mejor sería que se atendiera en la ciudad de León. Y no dejara pasar más tiempo pues las aguas de La Alberca sólo servían para algunas enfermedades de la piel y no para curar la rabia.
Posteriormente regresó Tirso con un documento que le expide el Ayuntamiento de Valle de Santiago con fecha del 22 de marzo del año 1923, donde menciona lo siguiente: “Me permito manifestar a usted, que es cierto que el agua de la Alberca contiene propiedades curativas, pero solamente para las enfermedades de la piel y no para curar la rabia; sírvase solicitar del Supremo Gobierno del Estado la ayuda necesaria para que remita a la ciudad de León al C. Tirso Hernández, a fin de que no haya la exposición de que le sobrevenga el mal de rabia por falta de atención violenta y eficaz”.
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Finalmente, el Cronista Municipal Sergio Ruiz agregó que a pesar de que La Alberca no tiene agua, muchas personas acuden a visitarla especialmente cuando organizan en el lugar carreras atléticas o el día 25 de septiembre, que es la fecha en la que muchos vallenses y personas de otras ciudades acuden a admirar la belleza del lugar, a tomarle fotos o a comer con sus amigos y familiares ya que es una tradición que tiene varios años el visitar este famoso cráter.