Luminaria con vestigios prehispánicos: Hoya de Solís

VALLE DE SANTIAGO, GTO. (OEM INFORMEX). – EL municipio de Valle de Santiago es conocido por sus grandes luminarias, volcanes que hoy en día están inactivos, y que gracias a ello se han convertido en sitios para vivir o para crear turismo, encontrando en cada uno de los volcanes diferentes distracciones.

El Rincón de Parangueo es uno de los más visitados tanto por los vallenses como por demás turistas de los municipios aledaños, pues esta luminaria cuenta con un túnel que se tiene que cruzar para llegar al cráter, el cual tiene varios atractivos visuales, uno de ellos son las pinturas rupestres que en él se localizan.

Sin embargo se han localizado pinturas rupestres, así como cuevas y vestigios prehispánicos milenarias que datan entre 7,500 a 10,000 mil años de antigüedad antes de nuestra era están se han localizado en la hoya de Solís, una luminaria mágica y muy poco visitada que cuenta con grandes manantiales de agua viva.

Se pueden encontrar más de 20 pinturas, de distintas figuras y colores que dejaron nuestros ancestros nómadas cazadores recolectores, en una resalta mucho la altura y el color blanco dela pintura muy conservados donde podemos apreciar a una persona ofreciendo una ofrenda tal vez algún chamán hacia el espiral que se ve en la foto que representa al sol y a un lado la luna un siclo un día talvez representando alguna ceremonia en honor padre al sol o a algún fenómeno astronómico, rituales y sacrificios se llevaban a cabo en las faldas de las peñas de los cerros, los colores son variados de origen, animal como algunas hormigas cucarachas pero sobre todo al gusano llamado gusano grano cochinilla de color rojizo que estaba en los nopales y algunas cactáceas su desarrollo y descubrimiento en esa época fueron muy importantes tales como el oro y plata por su importancia y derrama comercial.

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Local

Exhortan a crear hábitos en pro del medio ambiente

Esta hoya también alberga vegetal, algunos cactáceas, pitayes y flores silvestres, mineral como, el cinabrio y el ópalo negro entre otros, todos estos se mezclaban con agua, grasa animal y algunas fibras y resinas vegetales, por eso se han conservado.

Se cuenta que en esta hoya se trasladaban nuestros antepasados tarascos teochichimecas, para elaborar cinceles, hachas, metates, metlapillis morteros he incluso piedras de basalto que empleaban como herramienta, para la elaboración de las yácatas en la ciudadela oculta en la colonia el Malpais.