Amenazan con dejar de sembrar. De hecho, muchos todavía no lo han hecho cuando ya a estas alturas, la inmensa extensión de superficie cultivable en Valle de Santiago, había sido sembrada. En esta ocasión, los productores se niegan a participar en la siembra de trigo y cebada.
La razón, es muy sencilla. Los altos costos de producción, hacen que les resulte más fácil dejar de sembrar, que sembrar sus tierras. Dialogando con algunos de ellos como el caso del productor Héctor Francia Martínez, nos manifestaba que el campo en México desde hace muchos años se encuentra abandonado y por lo mismo, ha dejado de ser rentable.
Los campesinos para poder sembrar, tienen que adquirir deudas, que luego no pueden pagar. Los costos de los insumos, van hacia arriba. Los gastos en combustibles, refacciones, electricidad, pago de jornaleros, pago de tractoristas, pago de fletes, origina que al final de cuentas, en lugar de salir ganando salen perdiendo.
Y mientras la cerveza va hacia arriba, los grandes empresarios prefieren invertir sus ganancias en costosas campañas publicitarias a través de los medios electrónicos para promover su producto y se olvidan por completo, de incentivar la siembra con el pago de precios justos. Esta es la razón por la que muchos campesinos de Valle de Santiago, han manifestado su deseo de no sembrar en esta ocasión.
En el caso de las empresas harineras, pasa exactamente lo mismo. Por ello, es que a los campesinos les sale más barato dejar de sembrar y esta es la razón por la que muchos, han manifestado su deseo de no participar en la próxima cosecha de cebada y trigo. Y es que aunque parezca increíble, a consecuencia de las últimas lluvias hay quienes todavía no han cosechado su sorgo.