La música ha acompañado desde siempre al ser humano y ha ido evolucionando con él. Desde la prehistoria y hasta nuestros días es un vinculo con lo espiritual, lo emotivo, con la vida y con la muerte.
La historia de la música o musicología histórica es tan apasionante como interesante por la intima relación que ha existido entre el hombre y el arte de combinar sonidos o producirlos con instrumentos.
Atendiendo a las leyes de la armonía, la melodía y el ritmo y reproduciendo muchas veces los sonidos de la naturaleza, el hombre empezó a crear, vinculándola a lo sobrenatural.
Con el devenir de las etapas de las sociedades la música se convirtió, hoy día, en una en una mezcla de sonidos en los que sobresalen ritmos en base a instrumentos varios, tanto de percusión o de viento como electrónicos y de consumación digital.
Esta ciudad famosa por sus Siete Luminarias y por sus hortalizas gigantes, también es reconocida por grupos de excelencia como la Orquesta Valle de Santiago que fue fundada en 1925 a iniciativa de su director y fundador Baltazar Aguilar Ortiz.
La orquesta ha alternado con importantes orquestas de varios países como las de Ray Anthony y Ray Conniff, respectivamente y ha acompañado a grandes artistas a nivel Raphael, Juan Gabriel y Estela Núñez entre otros.
En el municipio el impulso de la música ha sido preponderante por lo que siguiendo esa tendencia el joven músico y emprendedor Manuel Ezequiel Aldana Espinoza busca posicionar y consolidar su proyecto: la Academia de Música de Valle de Santiago desde un inmueble histórico del centro de la ciudad.
“Se busca darle prestigio y realce al municipio por eso decidimos llamarla Academia Valle de Santiago. La iniciamos hace aproximadamente un año y hemos logrado un avance importante en su consolidación”, dijo.
En los albores de la humanidad el hombre primitivo valoraba dos señales para distinguir entre la vida y la muerte: el sonido y el movimiento, dicótoma que dan origen a la música y a la danza, haciendo una amalgama para simbolizar la vida a contrasentido del silencio y la quietud, como la muerte.
El hombre primitivo encontraba música en la naturaleza y en su propia voz. También aprendió a crear sonido con objetos rudimentarios como huesos, cañas, tronco y conchas, básicamente.
El director operativo de la academia de música cuanta actualmente con una matricula de hasta 25 alumnos, formando de manera presencial en las instalaciones y en forma virtual.
“Estamos trabajando en línea, aún desde antes de la pandemia, pero ahora es necesario debido a las normas sanitarias que indican las autoridades de salud”, dijo..
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En modelo de enseñanza, agregó, es en clases individuales, no grupales con esto garantizamos que alumno aprenda y es más seguro para maestro y alumnos.
Aunque el origen de la música es incierto., comenzó con la voz humana o percusión corporal, por lo que de esto no existen huellas en el registro arqueológico. Posteriormente se fueron incorporando instrumentos musicales para interpretarla acompañada de sonidos guturales y de la naturaleza.
En la naturaleza, el agua, la lluvia, las piedras como percusión fueron los primeros sonidos utilizados hace 200 mil años y a partir de entonces ha acompañado al hombre y evolucionado a través de la historia hasta nuestros días.
En la Academia de Música de Valle de Santiago Aldana Esínoza fomenta las clases de piano, guitarra acústica, guitarra eléctrica, ukelele y canto así como estimulación temprana y de iniciación musical en niñas y niños de dos a cinco años de edad.
Aunque su proyecto tiene éxito, la pandemia por coronavirus le afectó en sus objetivos ya que registró una baja en la demanda de ,matricula “pero afortunadamente nos hemos mantenido a flote. Se tiene una demanda suficiente y estamos haciendo todo lo posible por seguir trabajando”, dijo el director operativo.
En relación al fomento de la cultura musical sostiene que hace falta apoyo de la sociedad y “podríamos decir que es la primera Academia de este tipo en el municipio, por eso la gente debe saber que existe un lugar de este tipo en el municipio”.
En las clases las niñas y niños a partir de 3 meses empiezan a tocar las primeras piezas y se ven los resultados. Eso ha favorecido para integrar cada vez más a los apasionados de la música y el canto, finalizó.
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