El obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, aseguró que las recientes explosiones registradas en el país a causa del huachicoleo, como ocurrió la semana pasada en Silao, son una muestra de que aún hay deficiencias en la vigilancia de los ductos que pasan por varios estados.
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Enrique Díaz Díaz aseguró que si el país tiene basada gran parte de su economía en el tema petrolero, debería de haber mayor vigilancia para esta industria, que además representa otro tema de inseguridad al que se enfrentan las personas, por las zonas en donde pasan los ductos petroleros.
“Nos muestran lo deficientes que estamos en el cuidado de instalaciones y todas las situaciones que se van dando y que merecen una atención; si México tiene gran parte de su riqueza basada en el petróleo, requiere mucho cuidado y requiere de mucha atención a esta industria”, dijo el Obispo de Irapuato.
Desde 2019, en México fue echado a andar el Plan Conjunto para Combatir el Robo de Hidrocarburo en el país, situación que incluso derivó en el cierre de algunos ductos y que a la postre significó que varios estados, como Guanajuato, se quedaran sin gasolina por varias semanas.
En ese Plan Conjunto para Combatir el Robo de Hidrocarburo quedó establecido que la vigilancia de los ductos de Petróleos Mexicanos recaería tanto en el Ejército Mexicano como en la recién creada Guardia Nacional, por lo tanto era un tema de exclusividad federal dicha vigilancia.
No obstante, durante 2022, de acuerdo con datos de Petróleos Mexicanos, la detección de tomas clandestinas incrementó en un 3.5% con respecto a 2021, al ser detectadas en todo territorio nacional 11 mil 421 ordeñas ilegales, en donde Hidalgo, estado que registró la mayor tragedia en el país al explotar un ducto en Tlahuelilpan, sigue siendo el estado con mayor cantidad de robo de hidrocarburo, a través de las instalaciones de la Empresa Productiva del Estado.