La venta de piñatas es uno de los sectores más golpeados por la pandemia de la Covid-19, por lo que el semáforo rojo ha representado para los comerciantes de este giro, la oportunidad de recuperarse con la realización de fiestas infantiles.
La pandemia hizo que los vendedores de piñatas tuvieran que cerrar sus negocios por al menos cuatro meses, sin embargo, una vez que volvieron a abrir fue difícil recuperarse debido a la cancelación de fiestas de cumpleaños y posada para contener los contagios por coronavirus, haciendo que su comercialización disminuyeran hasta el 50% durante el 2020.
Desde que se estableció el semáforo amarillo en el estado y se dio la apertura para los salones de eventos con la finalidad de que se pudieran realizar fiestas con un aforo máximo de 50%, la comercialización de piñatas comenzó a elevarse en un 30%.
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“Los pedidos de piñatas comenzaron a generarse desde el cambio del semáforo a color amarillo y eso es algo muy bueno, ya que es nuestro sustento, porque lo que fue diciembre y todo 2020 las ventas fueron muy pobres”, dijo Hernán.
Mientras que Martha señaló que actualmente han regulado la venta de piñatas al surtirse de 20 a 24 por mes y lograr vender la mayor cantidad, luego que en 2020 cerraron por un lapso de cuatro meses debido al punto crítico de contagios por la pandemia de la Covid-19.