Personal verificador sanitario de la Jurisdicción Sanitaria V supervisa, durante esta temporada de cuaresma, los establecimientos de 207 giros comerciales dedicados al proceso, venta y distribución de alimentos, especialmente donde se manejen productos pesqueros existentes en la Jurisdicción Sanitaria V, de los cuales 81 se ubican en este municipio.
Se realiza la toma de muestras y análisis sensorial de pescados y mariscos, alimentos, así como del hielo utilizado para la conservación de los productos y la calidad del agua para el lavado y preparación de éstos, informó el jefe de la Jurisdicción Sanitaria V, Juan Jesús Martínez García.
La temporada de cuaresma, dijo, trae consigo un incremento considerable en la comercialización de productos del mar y, por consecuencia, su preparación y consumo, los cuales, además de tener un aporte nutrimental considerable, pueden representar también un verdadero riesgo para la salud pública.
La Jurisdicción Sanitaria V, a través del Área de Protección Contra Riesgos Sanitarios, recomienda al adquirir y preparar productos del mar y alimentos en general su debida conservación.
Informó el funcionario que para prolongar la vida útil de un producto alimenticio se utilizan diversos métodos de conservación, hablando de productos del mar los más utilizados en esta temporada son la congelación y la refrigeración.
De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-129-SSA1-1995 referente a los productos de la pesca, señala que la congelación es un método de conservación físico que se efectúa por medio de equipo especial para lograr una reducción de la temperatura de los productos en su centro térmico a menos18 grados centígrados como mínimo, reduciendo con ello los cambios enzimáticos y microbiológicos que pueden desencadenar la descomposición natural de los productos.
Por otro lado la misma Norma Oficial Mexicana (NOM) define la refrigeración como un método de conservación físico por el cual se logra una temperatura interna máxima de siete grados centígrados, agregó.
De acuerdo a lo anterior, en la adecuada conservación de los productos del mar no basta con que al tacto éstos se encuentren “fríos”, pues el establecimiento que los comercialice debe asegurar que se encuentran a menos 18 grados centígrados en el caso de producto congelado y a no más de siete grados centígrados en el caso de productos frescos refrigerados.
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En muchas ocasiones es común observar que la conservación de los productos del mar se haga en “camas de hielo”, en estos casos el hielo deberá de observarse limpio, sin encharcamientos derivados de su descongelación y deberá proceder de agua potable, de igual forma los productos deben encontrarse cubiertos y no sólo encima del hielo, ya que de esta forma no se garantiza un centro térmico de siete grados centígrados.
Finalizó al decir que cuando una persona se intoxica por consumir productos marinos puede presentar vómito, diarrea, dolor abdominal, náuseas, fiebre, palpitaciones y adormecimiento de extremidades. En caso de presentar cualquiera de los anteriores acuda inmediatamente a la unidad de salud más cercana.