Aunque son esporádicos los registros de que Vicente Fernández haya visitado Salamanca el famoso “Charro de Huentitán”, dejó como herencia al municipio petrolero con la interpretación de la canción “La Refinera”, que se ha convertido en uno de los himnos de identidad para los salmantinos.
La canción fue lanza en el año de 1993 y aunque Vicente Fernández no es el autor intelectual de esta pieza, fue su voz la encargada de inmortalizarla a nivel nacional, con esa pasión y gallardía que lo caracterizaba.
El cronista de la Ciudad, Juan José Rodríguez Chávez, manifestó que “ya con el hecho de cantar al Refinera y Caminos de Guanajuato, ya era considerado un salmantino más, le echaba mucha enjundia a sus canciones y más cuando mencionaba a Salamanca, siempre decía Arriba Salamanca y causaba sensación entre los salmantinos que acudían a sus presentaciones”.
Durante la época de los 60’s, formó parte de la Caravana Artística de la Corona que se realizaba en el cine Rex de esta ciudad, y donde también participaban otros virtuosos de la década como Flor Silvestre, la Prieta Linda, José Alfredo Jiménez y el Charro Avitia.
Sin embargo, su mayor acercamiento con el municipio petrolero siempre fue a través de la música con melodías como la Refinera y Caminos de Guanajuato, esta ultima en sus presentaciones en la caravana corona, donde al llegar al verso donde se entona el “no pases por Salamanca”, él cantante siempre animaba diciendo; “hay que pasar por Salamanca, claro que si, por eso estamos aquí”.
Algunas de las estrofas de la canción la Refinera eran las siguientes:
“Era alta y muy bella de cara morena
Y por mal apodo le decían la refinera
Era codiciada como el oro negro
Y los petroleros se morían por ella”
“Refinera, refinera
De allá de mi Guanajuato
Con boca sabor de fresa y ojos como de gato
Salmantina, salmantina
Salamanca Guanajuato
Gózala ahora que puedes
Ya la pagaras al rato”
“Campos petroleros de tierras costeñas
Juego de mechones alumbraron sus amores
Era su perfume como algo del cielo
Como ese petróleo que brota del suelo (…)”.