Vive un infierno por no hallar a su hijo

“Es una agonía muy lenta”

Manuel Delgado | El Sol de Salamanca

  · miércoles 19 de agosto de 2020

Los familiares de victimas de desaparición viven un infierno en vida. / Fotos: Cortesía El Sol de Irapuato

Ella, una mujer anónima vive un infierno desde la desaparición de su hijo. El único aliento que tiene es para buscarlo con la esperanza de encontrarlo “aunque sea sin vida”, para darle cristiana sepultura y tener a donde ir a llorarle.


“Yo definitivamente me siento muerta”, dice con voz entrecortada a través de la línea telefónica y acusa que el gobierno no ha hecho su trabajo ya que los integrantes del Colectivo A Tu Encuentro al que pertenece, han tenido que hacer sus propias indagatorias.


“No ha palabras para definir mi dolor, pero es una agonía muy lenta...Desgraciadamente yo he vivido dos situaciones (la de homicidio doloso y la de desaparición en contra de dos de sus hijos). La de homicidio me duele, no tienes una idea. Es muy difícil, pero yo les digo a todos que, esta situación de tener un hijo desaparecido es lo peor, es una angustia constante, segundo a segundo”.

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Dice que existe acoso y amenazas por parte de las autoridades ante las movilizaciones de protesta y de búsqueda. La Fiscalía no ha abierto carpetas y muchas de las que ha iniciado están sin avance.


En las marchas y manifestaciones las Fuerzas de Seguridad Pública del Estrado (FSPE) las han agredido, incluso enfrentan un procedimiento penal. “Dónde quiera hay policías vestido de civil y nos toman fotos”. Esto se ha denunciado al gobernador del estado Diego Sinhué Rodríuez sin que se tenga una respuesta que frene estos acosos.


Estos actos de revictimización se han denunciado ya a Amnistía Internacional, a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y a legisladores, “incluso la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mandó ya cartas al presidente Andrés Manuel López Obrador”.


Ya sin poder controlar los sollozos, la madre de este joven desaparecido afirma que “esta es una agonía muy lenta para mi. La situación que pase de mi hijo de homicidio y ahora la desaparición me tiene muerta en vida.


Lo único que me mantiene de pie es encontrar a mi hijo y hacer algo por él. Yo definitivamente por dentro me siento muerta. Me siento sin aliento. A veces no tengo ganas de respirar, ni de pararme. Se le va a uno la ilusión, las ganas de vivir. Es una angustia minuto a minuto”.


Dice la victima indirecta de estos actos criminales por la delincuencia organizada que no come ni duerme porque, “como voy a sentarme a comer si no sé si el comió. Como me duermo en una cama, como voy a dormir a gusto en una cama con una cobija, sin saber si mi hijo tiene frío. Sé que me necesita y yo sin poder ayudarlo, sin saber donde buscarlo. La culpabilidad que tiene uno...es todo, todo, todo”.


En un momento de mayor entereza sostiene que “hay veces que te levantas y dices: sé que mi hijo está vivo, sé que lo voy a encontrar con vida...Yo estado en cerros en búsquedas, tratando de encontrar algo, alguna señal que me lleve a encontrarlo”, dice.

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Fotos: Marco Bedolla | El Sol de Irapuato.

La joven mujer ha buscado afanosamente en cerros, hospitales, cárceles, anexos, incluso en psiquiátricos, porque piensa que en cualquier lugar puede estar, pero “no tengo ni una poquita de señal...”.


Al hijo de la mujer anónima lo levantaron en algún lugar del estado, junto con dos jóvenes al medio día más hace un año, sólo de ellos uno fue liberado.

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