VALLE DE SANTIAGO, Gto .- El cráter de Valle de Santiago conocido como “La Alberca” fue la luminaria más famosa y visitada, por los vallenses así como por los municipios vecinos,
Con más de 750 metros de diámetro, este cráter albergaba una laguna de aguas con compuestos sódicos.
Es en verdad tan importante para la ciudad que hasta cuenta con "su" día especial: el 25 de septiembre. Este día se asiste a su explanada, a su interior, en sus laderas y, en general, en donde haya sitio para hacerlo, a probar antojitos locales o comida traída para celebrar tal acontecimiento.
Por su cercanía con la ciudad en realidad, ya ha sido absorbido por el casco urbano, su fácil acceso a través de un camino hecho exprofeso para ello y su belleza imponente, este Templo al Silencio se yergue majestuoso y profundo.
Debido a que las lluvias han bajado en su intensidad habitual y el crecimiento poblacional de toda la zona del Bajío ha mantenido un ritmo ascendente, los niveles de agua en los mantos freáticos han bajado dramáticamente, eso está más que demostrado en La Alberca, en donde solo queda ese gran vaso que una vez estuvo lleno de agua y se pensó no tenía fondo. Los mantos freáticos son los depósitos subterráneos de agua, mismos que se van acumulando por las filtraciones de agua de lluvia, pero, al no haber precipitaciones pluviales suficientes y la extracción de agua se mantiene al ritmo habitual, esto da por resultado la extinción del manto, el caso se vuelve gráfico en La Alberca de Valle de Santiago.
Dato.....
Un cráter con mucha tradición además cuenta con su propio día el 25 de septiembre en donde se conmemoran esta luminaria en donde las familias se juntan en esta zona.
Hace tiempo corrió la leyenda de que La Alberca “avisó” del terremoto de 1985 en la Ciudad de México, pues en la víspera el agua se tornó roja, como señal de alerta. Lo que en realidad sucede es que, debido a la composición del agua en estos cráteres, se formaba una especie de alga cuya coloración es rojiza y cuando hay abundancia de ella, la superficie adquiere ese color, que a cierta hora del día con los reflejos de los rayos del sol se vuelve de un color intenso, tal es el caso de Yuririapúndaro, el "lago de sangre".
La Alberca de Valle sigue siendo un paseo tradicional y, más que nada, una fuerte lección para todo aquel que la visita y vea cuales son las consecuencias del llamado cambio climático y de la poca conciencia que se tiene en torno al respeto al medio ambiente. No cabe duda que la Pacha mama nos sigue dando alertas, aun estamos a tiempo de reaccionar y vivir en armonía con el entorno, ojalá el mensaje lo entendamos y, sobre todo, reaccionemos!