El sismo que se registró a las 13:14:40 horas el pasado 19 de septiembre volvió a abrir la herida que dejó el terremoto de 1985. A un mes de la tragedia, los mexicanos intentan volver a sus actividades entre el miedo y la incertidumbre.
Un total de 369 personas fallecieron en el país; miles de escuelas, viviendas y edificios resultaron severamente dañados en la capital mexicana y en el Estado de México, Puebla, Morelos, Chiapas, Tlaxcala y Oaxaca.
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
Foto: El Sol de México
El dolor permanece entre todos los mexicanos, pero más en aquellos que no sólo perdieron el patrimonio que les costó años construir, sino también a sus familiares.
La colonia Condesa, caracterizada por el glamur, hora vive bajó el temor, la tristeza y el éxodo de aquellos que perdieron su hogar y quienes buscan un lugar más seguro para vivir.
Ciudadanos, marina y brigadas se unieron para las labores de búsqueda en la Obrera
/ Foto: Daniel Galeana
Un rescatista regresa a casa tras las labores del primer día / Foto: Francisco Charqueño
Las labores de rescate en el edificio en Álvaro Obregón 286
/ Foto: Adrián Vázquez
Un rescate más en la fábrica textil de la Obrera
/ Foto: Laura Lovera
Edificio colapsado en Guillermo Prieto, en la colonia San Rafael
/ Foto: Adrián Vázquez
Rescatistas laboran en San Gregorio, en Xochimilco
/ Foto: Adrián Vázquez
Las calles del Zócalo en el momento del sismo
/ Foto: Daniel Hidalgo
Marina y brigadas en el edificio de Álvaro Obregón 286
/ Foto: Daniel Hidalgo
Las calles del Zócalo en el momento del sismo
/ Foto: Daniel Hidalgo
Apoyo en el colegio Enrique Rébsamen, en Coapa
/ Foto Ernesto Muñoz
Silencio en las labores de la colonia Obrera
/ Foto: Laura Lovera
Rescate en la unidad habitacional Hucada en Calzada de Tlalpan y Las Torres
/ Foto: Ernesto Muñoz
Las primeras labores de rescate en la fábrica de la colonia Obrera
/ Foto: Daniel Galeana
La esperanza en el colegio Rébsamen
/ Foto: Ernesto Muñoz
El rostro de los brigadistas en el multifamiliar de Tlalpan
/ Foto: Ernesto Muñoz
Remoción de escombros en la colonia Obrera
/ Foto: Daniel Galeana
Voluntarios en la fábrica textil
/ Foto: Laura Lovera
Binomios caninos en Calzada de Tlalpan, clave para los rescates
/ Foto: Ernesto Muñoz
La búsqueda en el edificio de Medillín y San Luis Potosí
/ Foto: Federico Xolocotzin
Remoción de escombros en Viaducto y Torreón
/ Foto: Federico Xolocotzin
El edificio colapsado en Coquimbo, colonia Lindavista
/ Foto: Laura Lovera
Así quedó el edificio de departamentos en la colonia Lindavista
/ Foto: Laura Lovera
Remoción de escombros en San Luis Potosí y Avenida Cuauhtémoc
/ Foto: Federico Xolocotzin
Las manos arriba con palmas abiertas, la señal para pedir agua en el rescate
/ Foto: Daniel Galeana
Sin electricidad, ciudadanos fueron clave para dirigir el tráfico
/ Foto: Fernando López
Los jóvenes tomaron las calles para apoyar en cada labor de búsqueda y rescate
/ Foto: Fernando López
Cadenas humanas para llevar donaciones a quienes lo necesitaban
/ Foto: Fernando López
Rescatistas de Japón en las labores del multifamiliar de Tlalpan
/ Foto: Fernando López
La Marina recorría las calles para llegar a los edificios colapsados
/ Foto: Fernando López
Binomios caninos con rescatistas japoneses en Taxqueña
/ Foto: Fernando López
La incertidumbre tras el sismo
/ Foto: Laura Lovera
Remoción de escombros en la fábrica textil en Bolívar
/ Foto: Laura Lovera
Primer rescate en la colonia Obrera
/ Foto: Laura Lovera
Muchas personas que sus edificios y viviendas colapsaron, hoy viven con familiares, carpas o casas de campaña a la intemperie; hay otros que también viven a las afueras de sus inmuebles severamente dañados, en espera de una respuesta por parte de las autoridades.
Poco a poco intenta volver a la normalidad el país, sobre todo en los estados afectados por el sismo, mientras avanza la reconstrucción, una tarea que sin duda llevará mucho tiempo.
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El pasado 19 de septiembre, Oaxaca ya estaba en emergencia por el terremoto que ocurrió el 7 del mismo mes; este sismo vino a aumentar la tragedia en aquellos que ya lo habían perdido todo.
Foto: Cuartoscuro
Foto: Cuartoscuro
Foto: Cuartoscuro
Foto: Cuartoscuro
Foto: Víctor Castillo
Foto: Cuartoscuro
Foto: Víctor Castillo
Foto: Víctor Castillo
Foto: Cuartoscuro
Foto: Víctor Castillo
Foto: Víctor Castillo
Foto: Víctor Castillo
En el Istmo de Tehuantepec, la emergencia no ha terminado, los habitantes que perdieron sus casas pasan las noches bajo la luz de la luna y, a veces, con fuertes lluvias que inundan los espacios que han acondicionado para vivir.
Foto: Saga CDMX
Foto: Especial
Foto:
Foto: Saga twitter
Foto: Especial
Foto: Ricardo Palomino
Foto: Especial
Foto: Ricardo Palomino
Foto: Ricardo Palomino
Hace un mes, el caso que más llamó la atención en la Ciudad de México fue el Colegio Enrique Rébsamen, donde 26 personas fallecieron, 19 niños y seis adultos.
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Desde los primero minutos de la tragedia que volvió a marcar al país, la solidaridad se hizo presente: los primero en organizarse fueron los millennials, a quienes se les consideraba apáticos a los problemas del país y sólo se manifestaban a través de las redes sociales.
Foto: Laura Lovera
Foto: Laura Lovera
Foto: Laura Lovera
Foto: Laura Lovera
Foto: Laura Lovera
Foto: Laura Lovera
Foto: Laura Lovera
Foto: Laura Lovera
Foto: Laura Lovera
Foto: Laura Lovera
Foto: Laura Lovera
Foto: Laura Lovera
Foto: Laura Lovera
Foto: Adrián Vázquez
Foto: Adrián Vázquez
Foto: Adrián Vázquez
Foto: Adrián Vázquez
Foto: Adrián Vázquez
Foto: Adrián Vázquez
Foto: Adrián Vázquez
Foto: Adrián Vázquez
Mientras la Ciudad de México era un caos por aquellos que intentaban llegar a su casa, otros se sumaban a las labores de rescate y en la colecta: "Necesitamos agua, palas, picos", se escuchaba en colonias Roma, Condesa y Del Valle.
Poco a poco la gente se iba sumando y así cayó la noche; las labores no pararon, continuaban las vallas humanas para retirar escombro por escombro hasta tener señales de vida en los edificios colapsados.
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
En una sola calle hay una docena de casas con las fachadas
apuntaladas
/ Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
Foto: Daniel Galeana
En el Estado de México, Puebla y Morelos, el escenario fue similar, aunque por la lejanía la ayuda tardó un más en llegar.
Ahora los estudiantes están volviendo a clases, los empleados regresan a sus oficinas y las calles intentan cobrar la misma alegría que antes del sismo; sin embargo, todavía expresan el miedo ante otro movimiento telúrico que vuelva a devastar al país.
Foto: Ernesto Muñoz
Foto: Ernesto Muñoz
Foto: Ernesto Muñoz
Foto: Ernesto Muñoz
Foto: Ernesto Muñoz
Foto: Ernesto Muñoz
Foto: Ernesto Muñoz
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Foto: Ernesto Muñoz
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