El martes pasado se registró un intenso enfrentamiento en Texcaltitlán, zona sur del Estado de México, que de acuerdo con la Fiscalía General de Justicia del Estado, se originó tras un operativo para dar con un líder del crimen organizado, donde 11 presuntos delincuentes perdieron la vida.
Tras la refriega, llamó la atención que uno de los atacantes que murió, llevaba consigo un mono vestido de militar y con un chaleco antibalas y un pañal, el cual también falleció a causa de los disparos que recibió.
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El animal pertenecía a uno de los sicarios de alrededor de 20 años y sobre su pecho se aprecia al animal abrazado al joven, vestido igual que él. El mono araña recibió varios balazos de arma larga.
Las autoridades realizarán la necropsia del animal a cargo de un médico veterinario especialista de la Facultad de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex).
También se investigará el probable ilícito de carácter ambiental o tráfico de especies protegidas.
Esto sucedió en Texcaltitlán
Policías de investigación y elementos de la SSEM realizaban el despliegue operativo para ubicar y detener al responsable del ataque al Centro de Atención Ciudadana de Sultepec y a todos los integrantes de su banda, presuntos integrantes de La Familia Michoacana.
Durante el operativo, los elementos policiacos fueron recibidos a tiros, por lo que se inició un violento enfrentamiento que concluyó al momento que se detuvo a 10 presuntos agresores -cinco hombres, tres mujeres y un menor de edad-, cuatro de ellos fueron lesionados y atendidos en un nosocomio donde tres están estables y uno en terapia intensiva; 11 más perdieron la vida en el lugar.
La FGJEM informó que, hasta el momento, se desconoce la identidad de las once personas que perdieron la vida en el tiroteo y desconocen si entre los muertos se encuentra el sujeto que elementos de la policía de investigación buscaban para detener en cumplimiento con una orden de aprehensión.
Tigres de bengala, leones y monos araña, las mascotas favoritas del narco
La vida de los capos de la droga está llena de violencia y altos riesgos que pueden terminar en muerte, pero también está rodeada de lujos y excesos que les permite tener acceso al tráfico ilegal de animales exóticos para tenerlos como mascotas.
Tigres de Bengala, leones, panteras, cocodrilos, monos y guacamayas son algunas de las especies protegidas que han sido decomisadas en operativos realizados a miembros del crimen organizado, pues al parecer este tipo de animales son considerados como un símbolo de estatus, además de que son fotografiados para demostrar que viven en plena impunidad.
El tema de los animales exóticos retomó fuerza luego de que, el pasado 14 de junio, en la balacera en Texcaltitlán, Estado de México, entre las víctimas mortales se encontró sin vida un mono araña vestido de militar, con un chaleco antibalas y un pañal.
Uno de los capos que cumplió su deseo de tener un mono como mascota fue Joaquín Guzmán Loera. Bautizado como “Botas”, en honor al fiel acompañante de “Dora la Exploradora”, el capo regaló a sus hijas este animalito, pero jamás pensó que sería una pieza clave para que autoridades dieran con su paradero, luego de su fuga de la cárcel del Altiplano en 2015.
Los tigres de bengala están entre los favoritos de los capos del crimen organizado y de las generaciones que les suceden, los llamados “narcojuniors”, que junto a los leones son los más vistos a través de los medios en los que presentan sus vidas de lujos.
En entrevista para El Sol de México, el investigador en Criminología y Forense, José Luis Carpio Domínguez, señaló que existe la evidencia de que en el llamado “Triángulo Dorado”, comprendido entre Chihuahua, Sinaloa y Durango, podrían habitar más especímenes de Panthera Tigris que en la India.
Otro de los animales que forman parte del gusto del crimen organizado son las aves, como guacamayas, pelícanos y loros cabeza amarilla.
Marcos Czacki Halkin, exdirector de operaciones en Daimler Financial Services México, explicó para El Sol de México que el tráfico de animales exóticos es visto también como un jugoso negocio y no existen tantos riesgos como traficar drogas.
Agregó que diferentes aves, como las guacamayas rojas y verdes se puede vender por hasta 22 mil 200 dólares en el extranjero, siendo su traslado y venta mucho menos peligroso.
Nota publicada en La Prensa
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