El próximo lunes, Jesús Emmanuel N., alias El Jordan, podría ser sentenciado, pues está acusado como uno de los presuntos autores de la masacre en un anexo de Irapuato, en donde murieron 27 personas.
La audiencia para conocer la sentencia de El Jordan estuvo programada para las 14:30 horas del martes, pues un día antes había concluido la fase probatoria, la cual se alargó casi por alrededor de dos años y medio, pues en ese periodo hubo varios cambios de abogados para Jesús Emmanuel, por lo cual fue retrasándose.
Así, todo estaba listo para llevarse a cabo la audiencia, pues incluso los familiares de las víctimas fueron notificados y les fue compartida la liga para seguir la videoconferencia, pero un problema de salud en el juez que llevaba el caso hizo que se reprogramara para el próximo lunes, con lo cual sigue pendiente la sentencia para Jesús Emmanuel N., quien desde el 13 de julio de 2020 fue vinculado a proceso por su preusnta participación en la masacre del anexo Buscando el camino para mi Recuperación, ubicado en la comunidad de Arandas, en Irapuato.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
Además, aún queda pendiente la audiencia de los otros dos detenidos que presuntamente también participaron con Jesús Emmanuel en ese multihomicidio y quienes fueron puestos a disposición de un juez federal por los delitos de posesión de drogas y armas de fuego y que quedó radicado ello en la carpeta de investigación 61105.
El crimen que conmocionó a todo el país
Eran aproximadamente las cinco de la tarde del primero de julio de 2020, en el centro de rehabilitación de la calle Lerdo, de la comunidad irapuatense Arandas, se encontraban los internos preparándose para ver una película después de haber comido.
De pronto, tres hombres armados llegaron al lugar y dijeron que eran parte de un grupo delictivo que opera en la zona Laja-Bajío y que estaban buscando a un hombre de nombre Francisco.
En la planta baja se encontraban las mujeres, las cuales de inmediato se echaron al suelo; los agresores subieron a donde se encontraban los varones y al recibir la respuesta de que no conocían a Francisco.
“No está”, dijo uno de los hombres armados por medio de un teléfono, refiriéndose a Francisco, otro más les dijo a los internos que si iban a dar su vida por la de ese Francisco que buscaban, luego devino la masacre.
Un testigo que sobrevivió fue el testimonio clave y relató que una vez que dijeron a quien presuntamente los había enviado que no estaba Francisco, entonces vino la orden: matar a todos los hombres que había en ese lugar.
Los sujetos armados caminaron entre los internos del anexo, los cuales fueron obligados a recostarse boca abajo y comenzaron a dispararles, uno a uno; el testigo fingió estar muerto y relató que tras perpetrar el ataque, los pistoleros se fueron hacia la zona donde estaban las mujeres y abajo mataron a Erasmo, el dueño del anexo y quien también fue puesto boca abajo, así como a otros dos hombres que estaban con él.
De los 27 que murieron tras el ataque al anexo, 10 de los internos presentaron disparos en el cráneo, siete traían los balazos en el tórax y abdomen, cinco presentaban impactos en el tórax, cuatro en el tórax y cráneo, mientras que uno de los fallecidos traía lesiones en el tórax, abdomen y glúteo.
El asesino del cabello azul
El testimonio del sobreviviente decía que si veía a los atacantes, sí los reconocería, porque cuando estuvieron interrogándolos, se descubrieron el rostro. Uno de los tres agresores fue descrito como delgado, moreno, de boca grande, que tenía tatuajes en cuello, dedos, manos y brazos y quien además traía el cabello pintado de azul.
Con el apoyo de un retrato hablado se empató la información con un perfil en la base de datos, el de Jesús Emmanuel, de quien se tenían datos recientes, pues había sido detenido apenas el 20 de junio, en el operativo de Celaya, donde además fue detenida la madre de José Antonio Yépez Ortiz, alias El Marro.
Además, entre las evidencias destacadas se encontraba un traste color verde que más adelante tras otra declaración se convertiría en clave para la investigación.
Y es que una mujer originaria del municipio de Celaya relató que el primero de julio de 2020, Jesús Emmanuel, con el que tanto ella como su esposo tenían amistad por conocerlo del trabajo, llegó a su casa para pedirles que lo dejaran quedarse unos días.
En ese tiempo, Jesús Emmanuel, que traía el cabello teñido de azul, se volvió a pintar la cabellera, esta vez de un color negro, y para ello la mujer celayense le pidió prestado un traste de color verde, el cual presentado como prueba para determinar que se pintó el cabello después de la masacre.
Así, en la audiencia de julio de 2020, cuando fue presentado Jesús Emmanuel, fueron expuestos los datos de prueba con los que fue vinculado a proceso como presunto coautor del asesinato de las 27 personas, más seis que quedaron heridas.
A la carpeta de investigación 1P1620-530 fueron adjuntos todos estos elementos presentados, los cuales ya fueron desahogados y sólo se espera la sentencia, que podría darse el próximo lunes.