A un mes y 14 días de que su propia madre estuviera a punto de quitarles la vida, los menores de 14 años y cinco meses de edad se recuperan de sus heridas en casa de su progenitor. La mujer, autora del delito de tentativa de homicidio en razón de parentesco, ha sido sentenciada a 17 años de cárcel e intenta gestionar sus emociones una vez que reconoció ante las autoridades su responsabilidad en los hechos.
En procedimiento abreviado
La mujer de 32 años, identificada como Adriana “N”, durante varios días se reunió con su abogado defensor para implementar la estrategia de defensa y, al final acordaron solicitar al Ministerio Público la terminación anticipada del proceso penal.
Antes de que se haya establecido la apertura de la audiencia de juicio oral, el Ministerio Público citó a una audiencia en la que comparecieron todas las partes y por medio de un breve proceso, en el que se garantiza la reparación del daño a las víctimas y se establecieron mecanismos para procurar su reintegración social, la imputada tuvo la oportunidad de reconocer ante las autoridades estar consciente de la agresión a sus hijos.
Como aquélla noche del 30 de agosto cuando Adriana “N” sollozando, miró a su bebé de entonces cuatro meses, y le dijo “hijo, perdón”, cuando lo dejó caer al piso, en esta ocasión volvió a mirar a los presentes y esbozó un apenas audible “perdón”, por su responsabilidad en estos hechos.
La tragedia
El pasado 30 de agosto, aproximadamente a las 20:00 horas, la imputada se encontraba en su domicilio de la calle Justo Mendoza en la colonia San Miguelito. Su esposo, con quien se había roto la relación conyugal, se acababa de retirar. La mujer se quedó sentada con su bebé en los brazos. Dijo entonces a la policía que al ver alejarse a su pareja sintió una desesperación muy grande, por la separación ocurrida.
Lo que siguió después fue una escena atroz. El menor, quien acompañaba a su madre en una silla a su lado, jugaba, distraído y al levantarse, observó que su madre se levantó y dejaba caer al bebé, mientras le encajaba varias veces un cuchillo tomado de la mesa.
El menor trató de alcanzar la puerta mientras jalaba a su hermanita de 10 años. La fuerza de la mujer fue mayor y lo contuvo para lesionarlo por la espalda. El menor se zafó y alcanzó a avanzar unos pasos pero la mujer lo alcanzó por segunda ocasión y cayó. Solo escuchó gritos y es todo lo que recuerda.
El médico forense determinó que el niño presentó heridas por arma punzocortante en tórax posterior izquierdo y heridas en abdomen. Su estado de salud fue reportado como grave y aún se encuentra en recuperación de las lesiones.
El bebé de entonces cuatro meses presentó heridas penetrantes en abdomen y estuvo entre la vida y la muerte. La oportuna intervención de los médicos lograron estabilizarlo pero su estado de salud sigue siendo delicado.
A disposición
El primer respondiente de la Policía Municipal al ser alertados del suceso, escuchó por los vecinos que la responsable de agredir a los menores se encontraba al interior del domicilio. Al solicitar el apoyo e ingresar a la casa observaron a la femenina aun con el cuchillo en la mano, hincada en el piso y ensangrentada.
El menor ya se encontraba en resguardo de los policías que llamaron una ambulancia para el urgente traslado al hospital. El bebé yacía en el piso inconsciente.
A través de comandos verbales, los policías le indicaron a la imputada que arrojara el cuchillo al suelo y al soltarlo, la auxilian y la sientan en un sillón de la sala, mientras realizan la gestión del lesionado para su traslado al hospital.
La investigación
Al intervenir agentes de investigación y servicios periciales en el inmueble de una planta, observaron goteo de líquido hemático en el área de cochera, sala y alcoba. En el área de la recámara, junto a un ventilador de pedestal, se localizó el arma homicida, un cuchillo metálico con mango de plástico en color negro.
El padre de las víctimas, de 32 años, dijo al representante social que en esa fecha, se encontraba en casa de sus padres quienes viven cerca del lugar del lugar de los hechos, cuando le avisaron lo ocurrido en su casa. Al acercarse, los policías le informaron que los menores se encontraban lesionados y resguardó a su otra hija, quien no resultó lesionada.
Al llevar a la acusada ante un juez de control, se validó la detención y en audiencia subsecuente, la Fiscalía General del Estado la imputó por el delito de homicidio en razón de parentesco en grado de tentativa, como lo sancionan los artículos 156, 13,18 y 20 primer párrafo, primer supuesto del Código Penal, en agravio de dos víctimas menores de edad.
Derivado de los datos de prueba aportados por la representación social, la mujer fue vinculada a proceso y en esta fecha, en procedimiento abreviado, Adriana “N” fue sentenciada a 17 años de cárcel con negativa de beneficios y sustitutivos de la pena.