DOLORES HIDALGO, Gto; La noche del sábado fue asesinado en Dolores Hidalgo el padre Gumersindo Cortés, quien pertenecía a la Diócesis de Celaya y ejercía su ministerio en la parroquia de Cristo Rey, en la comunidad Mesa de López, en la Cuna de la Independencia Nacional.
Su cuerpo fue localizado cerca de un camino de terracería en la comunidad Cerrito de Guadalupe, en una brecha que conecta con el camino a San Antón de las Minas; estaba a poca distancia de la camioneta en que viajaba y presentaba impactos de bala.
La Diócesis de Celaya difundió en sus redes sociales el fallecimiento del párroco, sin embargo, no ha confirmado que se trata de la misma persona localizada en Dolores con huellas de violencia. De ser así, éste sería el primer asesinato de un religioso cometido en la Diócesis.
Cabe mencionar que tampoco la Fiscalía ha confirmado que se trate del cura, aunque en las redes sociales, decenas de personas mencionaron que se trata del sacerdote, quien también fungió por varios años como director de la Casa de Ejercicios del Santuario de Atotonilco, en San Miguel de Allende.
Conocidos y amistades del padre se manifestaron a través de publicaciones en distintas páginas de la comunidad católica, exigiendo justician por el crimen del padre Gumersindo.
También expresaron que el religioso ya había sido reportado por sus familiares como desaparecido, desde las primeras horas del sábado, y posteriormente fue encontrado sin vida.
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El padre Gumersindo tenía 63 años de edad y fue ordenado sacerdote el 9 de marzo de 1983, en Celaya. Durante muchos años fue director de la Casa de Ejercicios del Santuario de Atotonilco, en San Miguel de Allende y posteriormente párroco de la Asunción, en el Barrio del Zapote, en Celaya.