León, Gto.- A través de redes sociales y aplicaciones de mensajería, un grupo de tratantes de personas identificados como “Los Poblanos” reclutaban mujeres para obligarlas a prostituirse. Esta red, fue desarticulada por la Unidad Especializada en Combate a la Trata de Personas y Corrupción de Menores (UECOT), de la Fiscalía General del Estado.
Tres detenidos
El grupo delictivo, era dirigido desde Puebla. Los hombres y una mujer que explotaban sexualmente a dos víctimas fueron detenidos y sentenciados a prisión.
La Fiscalía General del Estado tuvo conocimiento de los hechos de manera preliminar por la denuncia de una de las víctimas, quien declaró al Ministerio Público que su pareja sentimental la violentaba y la obligaba a prostituirse en calles de la ciudad de León.
La denuncia
La víctima, cuyo nombre se omite por razones de seguridad, conoció en una red social a quien se convertiría en su victimario, tras un tiempo de intercambio de mensajes comenzó una relación sentimental.
Luego, comenzó la presión sobre la ofendida para que aportará económicamente y fue cuando se formalizó la explotación sexual, cuando el agresor urgió a su pareja a tener relaciones con otros sujetos, a cambio de dinero.
De manera posterior, la UECOT recibió reporte de la línea nacional contra la trata de personas en la que se solicitaba el apoyo para investigar el caso de una víctima de trata, también en la ciudad de León. En ese momento, elementos de la Agencia de Investigación Criminal adscritos a la UECOT, ya tenían una investigación en curso, por lo que se obtuvieron las características del indiciado y resultó ser el hoy sentenciado PABLO “N”.
Encontrado en Puebla
Tras las investigaciones realizadas por la Fiscalía, se logró obtener un retrato hablado del presunto agresor, quien fue localizado en el estado de Puebla, donde se concretó su captura gracias al trabajo operativo de inteligencia.
Pablo “N”, fue encontrado culpable del delito de trata de personas en agravio de dos víctimas y ha sido sentenciado a 30 años de cárcel, mientras sus cómplices Rosa “N” y Rigoberto “N”, encargados de vigilar a las mujeres, pasarán cuatro años en prisión por el mismo delito.