La Fiscalía General de la República vinculó a proceso a José Trinidad N., alias El Padrino y presunto integrante del Cártel Santa Rosa de Lima, quien es señalado como el encargado de perpetrar el robo de gas licuado de petrolífero a través de tomas clandestinas en el Estado de México, otro de los ilícitos en los que el grupo delictivo guanajuatenses también incursionó.
A través de un comunicado, la Fiscalía General de la República informó que desde el 29 de febrero 2019 y por medio de una denuncia anónima se alertó de que José Trinidad presuntamente formaba parte del Cártel Santa Rosa de Lima y donde su función era robar gas licuado de petrolífero desde tomas clandestinas para después venderlo.
Fue hasta el 27 de septiembre de 2020 cuando elementos de Policía Federal Ministerial (PFM) pusieron a disposición a esta persona, por lo que se dicta acuerdo de verificación de la flagrancia y retención.
Posteriormente, el cinco de noviembre de este año, el Juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio en el Estado de México, con residencia en Almoloya, resolvió librar orden de aprehensión en contra de José Trinidad, alias El Padrino, misma que fue cumplimentada por elementos de la PFM, por lo que fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social, número 1, de El Altiplano.
Tras esto, el seis de noviembre de 2020 se celebró la audiencia inicial, en donde se realizó la formulación de imputación por el delito de robo de hidrocarburo, por lo que la defensa solicitó la duplicidad del término constitucional para resolver su situación jurídica.
Cinco días después se llevó a cabo la continuación de la audiencia, en la que se dictó auto de vinculación a proceso en contra de El Padrino, a quien se le impuso la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa, por lo que permanecerá en El Altiplano mientras dura el proceso, esto es tres meses, tiempo otorgado para realizar la investigación complementaria.
Fuentes allegadas a la investigación informaron que El Padrino tenía su centro de operaciones en el municipio de San Andrés Chiautla, en el Estado de México, hasta donde el Cártel Santa Rosa de Lima había extendido su dominio, primero en el robo de gasolina y posteriormente en el robo de gas licuado de petrolífero por medio de tomas clandestinas.
El Padrino presuntamente era accionista de una comercializadora de gas, por lo que sabía la logística para perpetrar el robo de este hidrocarburo y donde los datos de prueba permitieron corroborar su participación dentro de la organización del Cártel de Santa Rosa de Lima.