/ viernes 28 de enero de 2022

Gobierno federal deja solo al Cuauh en su tercer informe de gobierno

El gobernador del estado presentó su tercer informe ante la ausencia de altos representantes del gobierno federal

Cuauhtémoc Blanco Bravo está solo; rodeado de gente llevada por el Gobierno del Estado, pero solo. El evento de su tercer informe puso en evidencia que, desde la presidencia de la República, la invitación no fue atendida; los únicos representantes que llegaron fueron funcionarios menores.

En el recuento del tercer año del jefe del Ejecutivo estatal sólo hubo números, estadísticas, cifras que comparadas con las necesidades de las familias morelenses resultan nada. No hubo menciones de las víctimas de la violencia, del aumento de los delitos y homicidios, y tampoco de la estrategia en seguridad, aunque insistió con su clásica arenga: “no pactamos con los delincuentes”.

Aunque hubo un intento por demostrar que el ex-ídolo del futbol tiene el cariño de la gente y de las familias morelenses, se recurrió a la estrategia de la presencia forzada. Incluso en las afueras del Centro Cultural Teopanzolco fue montada una especie de pasarela, que a su llegada junto a su esposa camino –sin cubrebocas- y paso sólo como en alfombra roja.

Adentro, con el argumento de la sana distancia, hubo separación de lugares, muchos de los asientos que estaban vacíos se buscó llenarlos con gente que estaba afuera, aun así, fue evidente la gran cantidad de lugares. Sí acudieron los representantes de los poderes judicial y legislativo.

En su mensaje el jefe del Ejecutivo estatal trató de arengar con un frágil "¡Vamos por más!". Aunque se quiso mostrar que había efervescencia social por un tercer informe llenó de cifras alegres y de números arreglados, fue evidente la excesiva seguridad en los alrededores del evento, que fue vigilado incluso con el helicóptero que sobrevoló unas horas antes el lugar.

Los únicos que se atrevieron a mandar a un representante fueron el secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, por medio del Almirante Fernando Alfonso Ale Rodríguez, comandante del cuartel general del alto mando, y por parte del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard con Oscar Soles Treviño ,director de Enlace Político, además del antropólogo Víctor Hugo Valencia Valera en representación de Alejandra Faustro Guerrero, secretaria de Cultura, lo que evidencia el alejamiento del gobierno federal; en cambio, hubo cargada de taxistas, ruteros y transportistas de carga. Hubo ausencias como los fiscales, incluso otros como el ombudsman que no fue invitado.

Cuauhtémoc Blanco Bravo prefirió apoyarse en grabaciones editadas previamente con una voz en off que pretendía ser convincente presumiendo datos, números y estadísticas muy pobres en comparación con el número de población que hay en el territorio estatal.

En su mensaje final, Blanco Bravo dijo, tratando de convencerse que en los tres años ha trabajado de manera intensa, con lealtad y honestidad: “El objetivo es claro y el rumbo también, haciendo reajustes y atendiendo las necesidades, y aunque las cosas cambiaron por la pandemia se actuó y aunque no soy político, respeto a quien la ejerce de manera honesta a favor de la población”.

Convocó a trabajar en busca de la unidad, porque en equipo se puede lograr el progreso, y como hombre de grandes retos siempre estará dispuesto a luchar para buscar los objetivos. Concluyó solicitando “¡Vamos por más!”.

Cuauhtémoc Blanco Bravo está solo; rodeado de gente llevada por el Gobierno del Estado, pero solo. El evento de su tercer informe puso en evidencia que, desde la presidencia de la República, la invitación no fue atendida; los únicos representantes que llegaron fueron funcionarios menores.

En el recuento del tercer año del jefe del Ejecutivo estatal sólo hubo números, estadísticas, cifras que comparadas con las necesidades de las familias morelenses resultan nada. No hubo menciones de las víctimas de la violencia, del aumento de los delitos y homicidios, y tampoco de la estrategia en seguridad, aunque insistió con su clásica arenga: “no pactamos con los delincuentes”.

Aunque hubo un intento por demostrar que el ex-ídolo del futbol tiene el cariño de la gente y de las familias morelenses, se recurrió a la estrategia de la presencia forzada. Incluso en las afueras del Centro Cultural Teopanzolco fue montada una especie de pasarela, que a su llegada junto a su esposa camino –sin cubrebocas- y paso sólo como en alfombra roja.

Adentro, con el argumento de la sana distancia, hubo separación de lugares, muchos de los asientos que estaban vacíos se buscó llenarlos con gente que estaba afuera, aun así, fue evidente la gran cantidad de lugares. Sí acudieron los representantes de los poderes judicial y legislativo.

En su mensaje el jefe del Ejecutivo estatal trató de arengar con un frágil "¡Vamos por más!". Aunque se quiso mostrar que había efervescencia social por un tercer informe llenó de cifras alegres y de números arreglados, fue evidente la excesiva seguridad en los alrededores del evento, que fue vigilado incluso con el helicóptero que sobrevoló unas horas antes el lugar.

Los únicos que se atrevieron a mandar a un representante fueron el secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, por medio del Almirante Fernando Alfonso Ale Rodríguez, comandante del cuartel general del alto mando, y por parte del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard con Oscar Soles Treviño ,director de Enlace Político, además del antropólogo Víctor Hugo Valencia Valera en representación de Alejandra Faustro Guerrero, secretaria de Cultura, lo que evidencia el alejamiento del gobierno federal; en cambio, hubo cargada de taxistas, ruteros y transportistas de carga. Hubo ausencias como los fiscales, incluso otros como el ombudsman que no fue invitado.

Cuauhtémoc Blanco Bravo prefirió apoyarse en grabaciones editadas previamente con una voz en off que pretendía ser convincente presumiendo datos, números y estadísticas muy pobres en comparación con el número de población que hay en el territorio estatal.

En su mensaje final, Blanco Bravo dijo, tratando de convencerse que en los tres años ha trabajado de manera intensa, con lealtad y honestidad: “El objetivo es claro y el rumbo también, haciendo reajustes y atendiendo las necesidades, y aunque las cosas cambiaron por la pandemia se actuó y aunque no soy político, respeto a quien la ejerce de manera honesta a favor de la población”.

Convocó a trabajar en busca de la unidad, porque en equipo se puede lograr el progreso, y como hombre de grandes retos siempre estará dispuesto a luchar para buscar los objetivos. Concluyó solicitando “¡Vamos por más!”.

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