Desde la frontera sur hasta las regiones colindantes con Oaxaca y Tabasco, las carreteras de Chiapas están obsoletas, abandonadas y en deplorables condiciones.

En algunos tramos federales y estatales, transitar se vuelve una osadía y los automovilistas tienen que zigzaguear para evitar baches, socavones y grietas en el camino. Incluso, decenas de accidentes han cobrado la vida de automovilistas locales y extranjeros, estos últimos que ingresan a territorio mexicano para distintas actividades económicas y comerciales.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ha olvidado las carreteras de la región sureste del país. La carretera más importante de Chiapas, que conduce de Tuxtla Gutiérrez (centro) a Tapachula (frontera sur), es una de las más afectadas debido a tramos completamente desbaratados y otros que llevan tiempo en reparación y reducen la amplitud de los carriles.

La situación no es atendida con eficacia, pese a que se trata de la vía de comunicación que conecta y conduce a los municipios de Mazatán, Huehuetán, Huixtla, Villa Comaltitlán, Acacoyagua, Escuintla, Mapastepec, Pijijiapan, Tonalá, Arriaga y finalmente la capital del estado.

Según la SCT, de Tapachula al centro de la entidad (Tuxtla Gutiérrez), se recorren cerca de 370 kilómetros, de los cuales apenas unos cuantos permanecen en buen estado debido a la constante presión social que se ha ejercido para la reparación de tales tramos.

Hacia el norte del estado se repite la problemática: baches, asfalto colapsado, derrumbes y accidentes que resumen la falta de acondicionamiento por parte de las autoridades, aunado a las inclemencias naturales como sismos y lluvias que acentuado la problemática.

TRANSPORTISTAS AFECTADOS

Transportistas de distintas cooperativas de las regiones Costa y Soconusco señalaron que el gobierno los obliga a mantener documentos en regla, pero desde hace cinco años no le dan mantenimiento al tramo carretero como debería de ser, únicamente pequeños bacheos que no dejan de ser una trampa mortal.

Asimismo, indicaron que es lamentable tener que decir que con las lluvias la carretera presenta hoyos y que algunos solo los han marcado con tinta blanca, en señal que será reparado pero así han permanecido por largo tiempo.

“Para quienes no conocen la ruta caen en los baches y son las unidades del transporte público y particular las que sufren severos daños en la suspensión general y en algunos casos hasta la carrocería”, exponen.

Apuntaron que existe el temor que en algún momento puedan ser víctimas de la delincuencia, ya que hay sectores a lo largo de más de 245 kilómetros que se cuentan hasta el municipio de Arriaga, la carpeta asfáltica está deteriorada y tienen que transitar a baja velocidad.

CENTROAMERICANOS, EN RIESGO

El Libramiento Sur es una carretera dependiente del estado y el municipio de Tapachula que fue construida hace más de 15 años con la finalidad de desahogar el flujo vehicular de la zona comercial y turística de la localidad, así como conectar con los puertos fronterizos hacia Guatemala.

En un principio esta vía cobró suma importancia porque e logró el objetivo de fluidez, sin embargo al pasar de los años y las administraciones estatales fue quedando en el olvido, y la inversión municipal y estatal no llegó.

La importante vía de comunicación fue adoptada por automovilistas centroamericanos que llegaban a la región Soconusco para aprovechar el valor monetario que tiene el quetzal (moneda en Guatemala) ante el peso.

Sin embargo, ahora dicha ruta está convertida en un peligro latente para los extranjeros que conducen por los más de 5 kilómetros deteriorados y convertidos en un “campo minado”, lo que ha generado accidentes diarios, pinchaduras de neumáticos y últimamente asaltos de motociclistas que aprovechan la lentitud con que conducen pilotos para hacer de las suyas.